
Jun
18
2012Decálogo para un bronceado seguro
10 Consejos para un bronceado seguro
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Aplíquese el protector solar antes de salir de casa y renueve frecuentemente su aplicación, siempre después de cada baño.
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Expóngase progresivamente al sol y evite la exposición solar entre las 12 h. y las 16 h.
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Evite las sesiones bronceadoras con lámparas de rayos UVA, ya que contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel.
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No exponga a insolación fuerte a niños menores de 3 años y protéjales con un fotoprotector de muy alta protección a fin de preservar el mayor tiempo posible su capital solar (una dosis elevada de radiación recibida en la infancia supone un mayor riesgo de aparición de cánceres en edad adulta).
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No olvide que usted puede quemarse realizando cualquier actividad al aire libre, montando en bicicleta, paseando, practicando la jardinería… En todas las ocasiones aplíquese un fotoprotector.
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No se fíe de las circunstancias que comportan un riesgo suplementario o una falsa seguridad: altitud, nubosidad, viento fresco, superficies reflectoras (nieve, arena, hierba, agua)…
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Protéjase con gorra y gafas de sol con cristales con el marcado CE capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. A los niños, protéjalos con una camiseta seca y opaca (una camiseta mojada deja pasar los rayos ultravioleta).
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Séquese bien después de cada baño. El efecto lupa de las gotas de agua favorece la aparición de quemaduras solares y disminuye de la eficacia de los protectores, aunque éstos sean resistentes al agua.
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Beba agua en abundancia y frecuentemente, el sol deshidrata nuestro organismo. Vigile especialmente a personas mayores, cuya sensación de sed está atenuada, y a los niños, cuya necesidad de agua es importante y sus centros de termo-regulación todavía inmaduros.
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Si advierte que una peca o lunar cambia de forma, tamaño o color, consulte a su dermatólogo.
Información suministrada por Laboratorios Dermatológicos Avène